Fue un rato agradable el que pase con esta especie. En el verano se suelén ver siempre cerca de las farolas, farolillos del porche, siempre donde haya un poco de luz, allí se encuentrán para controlar a todos los insectos que para nosostros son molestos.
Resulta curioso que antes, años atrás, en algunos lugares se las encontraba en los armarios, la gente pensaba que no era bueno y se desacián de ellas, al cabo del tiempo la ropa estaba desmenuzada, las polillas hacian de las suyas, cuanto bien hacián.
Estos ejemplares son algo más oscuros de los habitual, quizás sea por la altitud a la que se encuentrán, con tonos más oscuros, pero no por ello deján de ser una especie bonita y a la cual debemos de cuidar, cada vez quedán menos.
Escondida entre la roca, dejando ver solo su pequeña cabeza.
Los pequeños puntitos rojos que se aprecián son ácaros, algo muy frecuente en esta especie.
Un retrato de una de ellas, es precioso ese ojo que tienén.
Todas las imagenes están hechas con la Nikon D300S y un macro 90mm.